Es posible que tengas guardadas algunas fotos de este verano del cielo nocturno. Siempre es engorroso viajar con un telescopio por pequeño que sea, en cambio una cámara DSLR puede ser una de nuestras mejores compañeras en cualquiera de los destinos donde nos lleven los días de vacaciones.
En más de una ocasión habréis podido leer que hay estrellas
dobles para todos los equipos, condiciones de observación y gustos. Es una de
sus grandes ventajas. Estés donde estés, ya sea desde el cielo más oscuro o en
el interior de una ciudad, y con cualquier instrumento, vamos a poder disfrutar
con muchas de ellas. Y este es el caso en nuestras fotografías nocturnas.
Seguramente las usemos para realizar espectaculares imágenes de nuestra Vía
Láctea, obtener la esencia del cielo en su estado más puro, o para capturar los
más bonitos objetos de cielo profundo que tenemos en nuestro firmamento. Lo más
fácil es quedarse con la imagen una vez que hayamos conseguido un resultado que
nos gusta y que casi siempre será espectacular. Pero podemos llegar un poco más
lejos, dar un paso más y pasear por cada uno de los lugares que aparecen en la
fotografía localizando objetos como si fuésemos un viajero explorando tierras
remotas, y entre esos objetos que podemos localizar e identificar se encuentran
nuestras queridas estrellas dobles.
Es evidente que con una cámara réflex y el uso de objetivos
solo podremos resolver aquellas parejas que quizás a través del telescopio
tienen un aspecto menos vistoso debido a su gran separación, pero con esta configuración adquieren una nueva
dimensión y destacan por sí mismas entre la riqueza del campo que merece ser
explotada y disfrutada al máximo.
El pasado mes de septiembre fotografié el cúmulo doble de Perseo. Este objeto, junto a la mayor parte de las estrellas de la zona, pertenece a la Asociación Per OB1 situada a una distancia media de 7000 años-luz. En sus inmediaciones hay numerosas estrellas dobles, algunas de ellas asequibles a un simple objetivo de 100 mm en nuestra cámara réflex. Casi todas ellas, por lo tanto, van a estar formadas por astros muy lejanos que apenas han variado su posición desde que se descubrieron, formando parejas de naturaleza óptica de gran belleza.
La más evidente de todas es STTA 25 situada en 02 h 16,9 m +57º 03’, en la zona exterior de NGC 869, el más occidental de los cúmulos. La pareja se encuentra formada por dos estrellas de magnitudes 6,5 y 7,4 separadas por una distancia de 103”. Ambas son gigantes azules de clase espectral B1 Iab y B2 Ib. La imagen de este sistema en ese campo tan espectacular es algo que difícilmente podremos olvidar.
Sistema |
Coordenadas |
SAO |
Mag A |
Sp A |
Mag B |
Sp B |
Separación |
A.P. |
STTA 24AB |
02 12 56 +57 12 16 |
23033 |
6,99 |
G3 V |
8,67 |
G1 V |
91,6 |
331,3 |
STTA 25 |
02 16 51 +57 03 19 |
23115 |
6,48 |
B1 Ia |
7,39 |
B2 Ib |
102,85 |
205,0 |
S 409AD |
02 18 05 +57 30 59 |
23149 |
5,99 |
G7 III |
9,59 |
A0 |
123,29 |
136,4 |
BU 1170A,BC |
02 18 05 +57 30 59 |
23149 |
5,99 |
G7 III |
12,29 |
|
68,58 |
357,5 |
STTA 26AB |
02 19 44 +60 01 46 |
23194 |
6,94 |
A2 V |
7,18 |
G5 II |
63,35 |
200,4 |
Tabla 1: Datos de las estrellas dobles incluidas en la sección. La separación en segundos de arco y el ángulo de posición (A.P.) se han obtenido a través de los datos de la misión Gaia. Se ha incluido la clase espectral de cada estrella para entender mejor la temperatura de cada una de ellas y por lo tanto el color que podemos apreciar a través de nuestras cámaras
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