jueves, 30 de enero de 2020

Primeras pruebas con la QHY8L

Desde hace tiempo llevaba buscando una alternativa rápida para sacar estrellas dobles en color. Cámaras como la QHY5 o la ZWO requieren de un procesado que consigue los mejores resultados en astrometría, pero conseguir imágenes con la mejor calidad en color se me hacía cada vez más tedioso y laborioso. Necesitaba un cambio.

Hace un par de meses adquirí en el mercado de segunda mano la antigua QHY8L, una cámara en color de gran formato. Esto me abría la posibilidad no solo de capturar a la estrella doble, también de captar el entorno del sistema para así dar más belleza al conjunto, o al menos situar a la estrella en su contexto. No todos los campos son ricos o tienen suficientes estrellas, pero incluso un entorno pobre nos da información. Como suele ser habitual las nubes no nos han ayudado y apenas la he podido probar un par de noches, pero ya puedo confirmar que ha sido un acierto trabajar con dicha cámara y serán muchas las noches que pase con ella a partir de ahora.


Espín 1892 es una pareja de magnitudes 9,96 y 11,92 separadas por una distancia de 7,7". El contraste cromático que presenta es muy delicado. El campo no es rico, pero destaca la cantidad de estrellas anaranjadas y rojas que hay. Haz clic en cada imagen para verla mayor tamaño.



El campo de KR 29 es mucho más rico y aumenta la belleza del sistema doble, en este caso formado por dos estrellas prácticamente blancas de magnitudes 9,8 y 10,1 separadas por una distancia de 6,3".



Un caso completamente diferente es HJ 1164 que se encuentra en un campo extremadamente pobre. Pero no deja de ser emocionante fotografiar a una pareja cercana de dos enanas rojas con una luminosidad de solo 0,2 masas solares.


Esto es solo un pequeño ejemplo de algunos sistemas escogidos. Para cada uno de ellas es el promedio de unas 30 imágenes de 10 segundos de exposición cada una. El apilado y procesado han sido realizados con Astroart 6.0.

lunes, 6 de enero de 2020

Nº 24 de El Observador de Estrellas Dobles


Un año más, y van once, llega fiel a su cita en el día de Reyes El Observador de Estrellas Dobles. Y una vez más lo hace con un número cargado de excelentes artículos, noticias y novedades relacionadas con el mundo de las estrellas dobles.

A las firmas habituales (como son nuestros queridos compañeros Carlos Krawczenko, Lluís Ribé, Francisco Rica, Manuel del Valle, Ramón Sobrino o Joseph M. Carro), se suman otras nuevas, como es el caso de José Antonio Gutiérrez, cosa que siempre nos agrada sobremanera. En sus trabajos podréis ver los resultados de sus observaciones e investigaciones.

Además, nos alegra contar con dos colaboradores de lujo. Por un lado, tenemos a Andrea Mantero en la sección ¿Por qué observo estrellas dobles? Le agradecemos la deferencia de contarnos el cómo y el porqué de su afición por estos astros. Sabemos que es una de vuestras secciones favoritas y es que siempre es inspirador conocer el lado más cercano, y hasta íntimo, de los observadores de estrellas dobles.

Además, cerrando la revista como siempre hace la sección Fuera de foco, contamos con Montse Campàs, una astrónoma aficionada que no necesita muchas presentaciones dada su dilatada dedicación astronómica que es bien conocida por todos. Su colaboración titulada “Cómo ser astrónoma y no morir en el intento” seguro que os agrada y sorprende a la vez.

Como es habitual, también podréis encontrar las habituales páginas de actualidad de la mano de Francisco Rica (sección de Noticias) y de Edgar Masa que nos mantiene al tanto de las últimas novedades de la Comisión de Estrellas Dobles de la Unión Astronómica Internacional. Pero es que, además, presentamos un comunicado oficial del Observatorio Naval de Estados Unidos (USNO) en relación a la publicación de nuevos pares por astrónomos aficionados a partir de la minería de datos. Y son malas noticias. De momento no se van a admitir nuevos pares descubiertos por aficionados que hayan usado datos extraídos de los grandes surveys actuales, especialmente de Gaia. Sabemos de muchos aficionados que tenían en preparación centenares de nuevos pares con movimiento propio común y que, de esta manera, han visto cómo sus esfuerzos caen en saco roto. Entendemos, por otro lado, la necesidad de poner orden en  la veda que se abrió tras la publicación de la DR2 de Gaia y que la prioridad de estos descubrimientos debe ser, en primera instancia, atribuidos a los astrónomos involucrados en el desarrollo de estas misiones espaciales. No obstante, creemos necesario que el USNO agilice las labores de mantenimiento y puesta al día del catálogo de referencia, el WDS, para que  siga siendo la referencia que siempre fue en el mundo de las estrellas dobles. A pesar de ello, sigue existiendo un trabajo al que los astrónomos aficionados podemos dedicarnos con plena dedicación: la observación de estrellas dobles, la publicación de datos actualizados y la confirmación de parejas olvidadas (o no observadas) desde hace décadas.

No queremos terminar sin desearos a todos un muy feliz año 2020. Un año nuevo que, esperemos, venga cargado de noches despejadas que nos permitan observar mucho. Y si alguna de esas observaciones va dedicada a las estrellas dobles, ya sabéis donde tenéis un lugar para publicar vuestras medidas. Que así sea. ¡Feliz 2020!

Los editores

Descarga de OED 24: pincha aquí para descargar la revista.

Nuestro agradecimiento a Víctor R. Ruiz  por alojar OED en el servidor de Infoastro.