El cráter protagonista de la imagen es Archimedes, con 83 km de diámetro y 2 km de profundidad. Fijaros en las sombras que produce su borde en el fondo, bastante uniforme pero con algunos picos que destacan. Está relleno de lava donde se supone que debajo debe estar el pico central. Lo único relevante son los pequeños cratercillos por impacto meteórico posteriores. Un cráter magnifico pero muy diferente a sus compañeros.
Autolycus es el más pequeño de los tres con solo 39 km de diámetro. Su interior es irregular, bastante abrupto y sin pico central.
El situado más al norte es Aristillus. Con un tamaño intermedio de 55 km de diámetro y un espectacular sistema de múltiples picos en su interior.
Los tres cráteres son relativamente recientes, pero fijándonos en su eyecta podemos establecer el orden de antigüedad. Archimedes se suporpone a la eyecta de Atolycus, así que por lógica es más reciente. Pero por encima de todo, la eyecta de Aristillus es la que se superpone y destaca por encima de las demás, lo cual nos dice que todavía es más reciente. No es solo lo que se ve, es la información que nos da una simple imagen cuando dejemos que nos hable y abrimos todos los sentidos.
Al norte de Archimedes están los Montes Spitzbergen. Una cordillera modesta con 60 km de longitud y picos de 1300 metros de altura. No son muy elevados pero en esta fase las sombras que producen nos dan más información que las luces que se ven.
Aunque de toda la imagen, quizás el detalle que más me llama la atención es la Rima Hadley. ¿Veis en la parte inferior esa grieta sinuosa que bordea un cratercillo? Tiene 120 km de longitud, una anchura de 2 km y una profundidad de solo 300 metros. Posiblemente fuese un antiguo túnel de circulación de lava cuya bóveda se hundió y hoy día vemos el cauce. En 1971 la misión del Apolo 15 estuvo recorriendo toda esta zona.
En el mapa de Antonin Rukl podemos identificar estos y muchos más de los accidentes de esta zona tan impresionante.